El artículo
que recomendamos para su lectura nos plantea una reflexión novedosa,
desde la perspectiva de la equidad, a incorporar en el debate en
torno al incremento de la edad de jubilación.
Martín U, et al. Desigualdades sociales en salud en población mayor: una aportación desde la salud pública al
debate sobre el retraso de la edad de jubilación en Espana. Gac Sanit. 2017. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2017.10.010
El estudio tiene como objetivo
analizar las desigualdades en la esperanza de vida según el nivel
educativo en la población española de 65 y más años e incluye la
variable de género.
Reformas de los
sistemas de pensiones en Europa
Es conocido que el
incremento de la esperanza de vida ha justificado que la mayoría de
países europeos hayan tomado medidas para reestructurar sus sistemas
de pensiones, en forma de aumento de la edad de jubilación. Reformas
que pueden tener un importante impacto social y justificarlas a
partir del mero aumento de la esperanza de vida sería cuestionable
por dos razones: En primer lugar, la esperanza de vida está
estrechamente relacionada con la posición socioeconómica, y por
tanto el aumento de la edad de jubilación puede afectar
desproporcionadamente a los colectivos más desfavorecidos.
En segundo lugar, un
incremento de la esperanza de vida no equivale necesariamente a un
aumento de los años con capacidad para trabajar. Por ello, plantean
la necesidad de contar con medidas que como las esperanzas de salud
integran tanto la mortalidad como el estado de salud en un único
indicador
Desigualdades en salud
en la población, mayor estudios internacionales y el caso de España
Los autores afirman que
diversos estudios internacionales han mostrado las desigualdades
sociales en la mortalidad y el estado de salud en la población mayor
de 65 años. Sin embargo, en el caso de España, si bien se ha
observado un claro gradiente social en la salud de la población
general, el conocimiento sobre las desigualdades en salud en la
población mayor es menor.
Resultados del estudio
Los autores sostienen que
su estudio añade a la literatura conocida la confirmación de que en
la población española de 65 y más años de edad existen
importantes desigualdades según el nivel de estudios en la cantidad
y calidad de años que se espera vivir. Desigualdades que tiene un
perfil diferenciado en el caso de las mujeres.
Entre las personas
mayores de 65 y más años, tener menor nivel de estudios supuso
vivir menos años totales y con buena salud, y un mayor número de
años con mala salud. Las mujeres esperaron vivir más años, pero
con una proporción mayor de ellos con mala salud
La esperanza de vida
aumentó a medida que lo hizo el nivel de estudios, pasando de 18,2
años en los hombres y 22,4 en las mujeres con estudios primarios a
20,4 en los hombres y 24,7 en las mujeres con estudios
universitarios. En relación a los años que se esperaba vivir con
buena salud disminuyó de 12,53 en los hombres y 13,54 en las mujeres
con estudios universitarios a 7,97 en los hombres y 6,73 en las
mujeres con estudios primarios. Una diferencia entre extremos
absoluta de 4,56 años para los hombres y 6,81 para las mujeres.
Discusión:
¿Consolidar las desigualdades sociales hasta el final de la vida
debe cuestionarse?
Los autores afirman que
el incremento de la edad de jubilación y constada la desigualdad en
salud por gradiente social en mayores de 65 años ya puede estar
generando desigualdades y favoreciendo a las personas con mayor nivel
socioeconómico.
Si el incremento en la
esperanza de vida ha justificado el retraso en la edad de jubilación,
cabe preguntarse si 6 años de diferencia entre niveles de estudios
en la esperanza de vida con buena salud justificarían que la edad de
jubilación pasara a calcularse matizada por variables como el nivel
educativo, la clase social e incluso el sexo.
Los autores concluyen que
los resultados obtenidos aportan un conocimiento valioso que permite
introducir la variable equidad en el debate en torno al incremento de
la edad de jubilación y defienden la labor de abogacía que debe
realizar la salud pública también en la política de pensiones.
En todo caso pensamos
que los autores plantean elementos importantes para el debate
igualdad/equidad en los sistemas de pensiones.
M. José Mendoza García.
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