I'm
no longer accepting the things I cannot change...I'm changing the
things I cannot accept. (Angela Davis)
Muchos
de nosotros hemos tenido una experiencia de voluntariado o
cooperación puntual con algún proyecto sanitario o educativo
probablemente en África, Abya Yala o la India, el cual nos ha
aportado otra perspectiva sobre el mundo, una vivencia única dirían
algunos. Otros estáis pensando en hacerlo, pero lo fundamental es
cuestionarnos otras cosas: ¿qué impacto tenemos nosotros en las
poblaciones con las que queremos colaborar? ¿Necesitan otros países
la ayuda externa? ¿Qué cuestiones debo plantearme antes de
participar en un proyecto de cooperación? A estas cuestiones
intentaré responder en el siguiente artículo, a través de mi
experiencia como voluntaria inexperta en Senegal, mediante
anotaciones extraídas de la lectura del libro “Blanco
Bueno Busca Negro Pobre”
de
Danny Peary (una fiera y lúcida crítica a los principales
organismos de cooperación) y acompañándolo de materiales de la
excelente campaña que ha lanzado la CVONGD recientemente.
Querida Cooperante-to-be que probablemente leas esto
Si te estás planteando colaborar con alguna ONGD en un proyecto de cooperación sería recomendable que te cuestionaras algunas cosas antes de decidir el proyecto.
- No lo hagas por llenar un hueco en tu vida. No lo hagas para hacer tu Instagram más interesante. No lo hagas para buscar una aventura. No lo hagas para tener algo que contar. Hazlo porque así lo crees.
- Rechaza visiones o sentimientos paternalistas. Son personas capaces, lo que principalmente no tienen es oportunidad y libertad económica.
- No basta con buena voluntad. Cuestiónate tu capacidad y aquello que puedes aportar. De intenciones no se vive.
- La cooperación debería definirse por la colaboración entre todas las partes implicadas.
- A la hora de realizar donaciones se debe tener en cuenta las características de la zona, sus necesidades y las cosas que les pueden ser útiles.
Con
quién cooperar y algunas buenas prácticas
Una
vez que tienes claro que te mueve la coherencia y tienes las
herramientas necesarias para cooperar, ¿qué debo esperar de la ONGD
con la que participaré? Infórmate.
- Exige transparencia. Un proyecto detallado, con todas las fases expuestas, incluyendo la metodología de evaluación posterior, con un seguimiento, con unas cuentas accesibles y si es posible, que expliquen las complicaciones que sufren en terreno.
- Busca aquellas ONGDs que mencionen y dispongan de información accesible sobre las contrapartes en terreno. Es importante que lo hagan. Es igual de fundamental o más que la propia ONGD, que se dé valor a lo local.
- Respeta la intimidad de las personas con las que trabajes. Pide permiso para subir fotos a las redes sociales.
- Hay que trabajar CON la población, NO PARA la población.
- Un aspecto positivo de la ONGD es que dé información y sensibilice sobre la situación real del país en el que colabora.
- También es recomendable potenciar la economía del país. Por ejemplo, comprando la medicación y materiales necesarios para el proyecto en el terreno, dentro de lo posible.
- Es aconsejable que para que determinados proyectos tengan un resultado favorable se les dé continuidad.
- Un aspecto positivo es que la ONGD acepte cuestiones, críticas y opiniones de su contraparte en el terreno y de los propios voluntarios.
- Conviene que las condiciones del alojamiento sean coherentes con el proyecto, evitando los excesos.
Cooperación
sanitaria, otro reto
En
primer lugar, es importante hacer un estudio del terreno para ver
dónde es más necesaria la colaboración y qué recursos necesitan.
- No hay que olvidar que la base de la cooperación es la colaboración. De la misma manera que nosotros como voluntarios podemos darles formación sobre temas que dominamos, también ellos pueden formarnos en otros aspectos en los que son expertos y que nosotros desconocemos.
- Recordando la importancia que tienen los determinantes sociales, es conveniente invertir en aquello que vaya a tener más impacto en la salud de las personas. No sólo son necesarios los medicamentos y dotación sanitaria sino que también hace falta luz, carreteras, agua corriente, internet, archivos, vehículos…
- En esta línea, precaución con lo que se dona, sea nuevo o viejo, aseguraos de que podría tener mantenimiento técnico a nivel local. Por ejemplo, no es útil enviar glucómetros si no van a poder comprar tiras reactivas posteriormente.
- Investigad bien la prevalencia de enfermedades que presenta la población a la que vais a atender. Quizá te sorprenda la alta tasa de patologías crónicas como la hipertensión y la diabetes.
- Debéis tener en cuenta que en ocasiones va a ser necesario la ayuda de un traductor local a la hora de realizar formación. En otras ocasiones puede ser preferible que esta sensibilización la realice el personal local. Previamente preguntad qué temas son los que más les interesan y les pueden ser útiles.
- No existe un único modelo de desarrollo. No tratemos de implantar nuestra manera de vivir.
- La cooperación de europeos es posible gracias a nuestro privilegio. Tenemos un pasaporte que nos permite acceder a casi cualquier país del mundo. En cambio, no sucede lo mismo con los habitantes de esos países donde vamos a cooperar.
Reflexiones
finales:
España
y otros países llevan casi 50 años dedicando dinero y “esfuerzos”
a la cooperación internacional y a la ayuda al desarrollo. Hay que
tener en cuenta que se necesitan muchos años de trabajo para poder
ver resultados a gran escala. No pensemos que vamos a obtener frutos
a corto plazo. Pero también son importantes los pequeños avances
que se van consiguiendo poco a poco porque sí son beneficiosos a
nivel local.
La
cooperación perfecta creo que no existe ya que siempre va a depender
de la aportación económica externa lo que inevitablemente será una
relación desigual y dependiente.
En
mi humilde opinión y en la de muchos, para que realmente cambie la
situación en estos países, debe haber también una reforma en
profundidad de las relaciones Norte-Sur.
A.R.
Álvarez, R1 de MFyC
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