El mes de octubre se presentó en Valencia Castellón y Alicante el VII informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España 2014.
En el VI informe (2008) en un contexto de expansión económica, se evidenció que el periodo de crecimiento económico no fue aprovechado para consolidar un modelo de protección social.
Del VII informe destacamos:
• Ha quedado constatado el enorme deterioro que la cohesión social está experimentando en nuestro país durante los últimos siete años, con un incremento notable de los procesos de exclusión social, que se hacen además más graves, y con una expansión significativa también de las situaciones de precariedad y vulnerabilidad social.
• Nuestro modelo de distribución de la renta, no reduce la desigualdad en épocas de bonanza, y por el contrario, hace que aumente en periodos recesivos. A pesar del supuesto inicio de la recuperación económica, no hay síntomas de que la tendencia al empeoramiento se haya detenido en cuanto a los problemas sociales.
• Para las personas que se incorporan al mercado de trabajo en un periodo de crisis, la huella generacional perdura por mucho tiempo y, en ciertos casos, no llega a recuperarse nunca.
• Asistimos a un cambio en los perfiles de riesgo de pobreza:
- Afecta a personas más jóvenes, y a los hogares con niños.
- Riesgo mayor en hogares monoparentales
- Progresiva mejora de las personas mayores.
- Incremento del riesgo de los titulados universitarios
- Incremento en trabajadores de bajos salarios.
• El acceso al empleo garantiza cada vez menos la integración social: la tasa de exclusión social entre los trabajadores ha ascendido hasta el 15,1%
• Los procesos de exclusión están teniendo diferente incidencia en los distintos grupos étnicos (población extranjera o comunidad gitana española) y en las distintas comunidades autónomas, sin relación con la distribución de la riqueza.
• Como elemento positivo, cabe resaltar también que no parece que el capital social y relacional se esté viendo afectado. Se han desarrollado mecanismos de ayuda informal. Las entidades sociales, a pesar de la notable reducción de las subvenciones públicas, han captado más donaciones y más voluntariado y han reorientado sus prioridades para dar cobertura a las demandas más básicas que les llegaban de los sectores más intensamente afectados por esta crisis social. La ciudadanía se ha movilizado también en la protesta y la denuncia social.
Puedes acceder al informe completo en http://www.foessa2014.es/informe/uploaded/descargas/VII_INFORME.pdf
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